MORFOLOGÍA E HISTORIA MATERIAL
Se trata de una obra de planta rectilínea adosada al muro. Consta de altar, banco y un único cuerpo rematado semicircularmente. En el centro del banco se abre una hornacina donde se alojan los restos del santo titular del templo, en un cofre. El resto del retablo se articula en torno al relieve principal, el cual queda inserto en un amplio marco o moldurón que lo circunda. Empero, la obra que hoy podemos contemplar es el resultado de una azarosa historia material que incluye varias modificaciones, dos cambios de ubicación y algunas adiciones posteriores a la pieza original. Por lo tanto, no estamos ante un retablo conformado de forma unitaria, sino ante un conjunto de elementos que, dispuestos de una forma determinada, configuran el retablo actual.
El retablo primitivo (que da origen al conservado actualmente) fue contratado por Andrés de Ocampo el 30 de diciembre de 1603. Su conclusión se verificó casi dos años después, el 23 de octubre de 1605, al término de la ejecución de su policromía por Vasco de Pereira y Andrés Ramírez. Su emplazamiento original era la capilla de la cabecera de la nave de la Epístola (hoy ocupada por la Hermandad de Nuestro Padre Jesús de las Penas), levantada en el último tercio del s. XVI bajo el patronato de los Ponce de León.
Aunque no puede concretarse con exactitud, todo parece indicar que el retablo hubo de trasladarse al exterior de la nave y se recompuso en la forma que hoy lo admiramos en 1817, coincidiendo con las obras de ampliación de la capilla que derribaron el muro de cabecera de ésta y, por tanto, el emplazamiento de la obra que estudiamos. El segundo traslado hasta su actual ubicación debió de tener lugar en torno al segundo cuarto del s. XX, según algunos testimonios indirectos y las fotografías conservadas.
Los elementos del retablo originario que se han conservado se encuentran actualmente divididos en dos unidades independientes: Por un lado, el relieve de la “Exaltación de la serpiente de bronce en el desierto” (antiguo ático) y el “Retablo del Descendimiento” propiamente dicho, en el que se insertan doce tarjas originales y, sobre todo, el portentoso relieve que da nombre a la obra.
La navegación por los siguientes snapshots permitirá conocer cada una de sus partes:
M-4. Relieve principal o altorrelieve